Claro, este aburrimiento solo me durará unos días... Pero siento que de alguna manera ya no sentirme tan alegre como antes es bueno. Porque en realidad, nunca estaba alegre de verdad. Era mi cara, mi faceta la que se mostraba alegre y por eso nadie se imaginaba la tristeza que yo acumulaba en mi interior. Nadie se interesaba, nadie preguntaba si yo estaba bien. Las cosas las daban por hechas.
Y ahora... Ahora, me hacen más daño al preguntarme que me pasa. ¡Sí estoy bien! ¡¿Qué no lo ves?! Pero por dentro, me queman las lágrimas por salir, porque ahora que muestro la emoción que siento cada día, aparte de la felicidad que aparento tener y esas risas... ahora esas risas ¡me dan asco! Tan falsa me siento ahora.
¡Esperan que me vea como demacrada para que piensen en si estoy bien o no! ¡Y con una mentira para nada creíble se conforman!
Que triste...
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Susurros