Tenía el cabello largo y rubio, sus pestañas también eran doradas, él no escuchaba, solo veía, sentía. Sintió un beso como de nieve fría:
[..] Y sus ojos verdes lo cautivaron [...] y al abismo cayó. Hundiendose en las turbias aguas del lago, haciendo salpicar las gotas en las hierbas que ahí crecían... y el se hundió más y más. No sé si salió.
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Susurros