Darren.

Veamos: Un día con Darren. ¿Mágico o normal? Normal, para que entiendan.

Se levanta temprano a regñadientes, su madre lo espera con el desayuno, pero él dice que no quiere, se lava los dientes, se viste apresurado, tropieza. Es torpe por su altura desmesurada, creció casi veinte centímetros en pocos meses y adelgazó todos los kilos que lo hacían ver redondo a los diez años. No quiere ir al colegio, dice que no tiene amigos, pero no se ha fijado bien. Por su carisma y su sonrisa sincera se ha ganado unas admiradoras de cursos mayores que no dudarían en adoptarlo como hermano, confidentes y amigas si él las conociera. Por lo demás, ahora se centra en superar su temor a tropezar con chicas en los pasillos, se le confunde con alguien de un par de cursos mayor, pero sus facciones muestran que aún es un niño menor.

Llega a la sala y se siente sin mirar mucho a su alrededor. No quiere desconcentrarse, puesto que no le gusta estudiar y no piensa pasarse por la biblioteca para recuperar materias, tampoco es de los que le copian a otros. Se resigna a su propio fracaso y no por causa de otros.

Cuando termina el día vuelve a su casa, no hace ningún deporte debido a su torpeza y es un poco hambriento, glotón y lo demás. Se siente en la mesa de la cocina y se hace unos sandwiches tremendos. se acuesta temprano, peor escucha música. En definidas cuentas no es muy sociable, pero es amable y tierno. Siempre pide disculpas y nunca se altera. Pero por eso pasa a ser manipulable.